Ecología

AMAZONÍA, PULMÓN DEL PLANETA

A lo largo de sus 6.7 millones de km2 (dos veces el tamaño de India), el Bioma Amazónico es virtualmente inigualable:
La Amazonía abarca el bosque tropical más grande del mundo;
Es hogar de al menos el 10% de la biodiversidad conocida;
Sus ríos representan entre el 15% y 16% de la descarga fluvial total a los océanos del mundo.
El río Amazonas fluye a lo largo de más de 6,600 km, y junto con sus cientos de afluentes, contiene el número más grande de especies de peces de agua dulce del mundo.
La Amazonía contiene entre 90 y 140 mil millones de toneladas métricas de carbono.
El río Amazonas es el de mayor caudal en el mundo: su caudal medio es de 225 000 metros cúbicos de agua por segundo

La Cuenca Amazónica está constituida por todos los ríos que drenan al río Amazonas.

El Bioma Amazónico por su parte, es el área cubierta principalmente de bosque tropical húmedo denso, con porciones pequeñas de tipos distintos de vegetación como sabanas, bosques de llanura inundable, praderas, pantanos, bambúes y bosques de palmeras.

El bioma abarca el territorio de ocho países (Brasil, Bolivia, , Colombia, Ecuador, Guyana, Perú,Surinam y Venezuela),y un territorio de ultramar: la Guayana Francesa.

No siempre la “cuenca” y el “bioma” coinciden en sus límites. En algunas partes los ríos de la cuenca amazónica incluyen biomas adyacentes (bosque seco, cerrado y puna).

El bosque tropical amazónico ha sido reconocido por largo tiempo como una reserva de servicios ecológicos no sólo para los pueblos indígenas y las comunidades locales, sino también para el resto del mundo. Se trata además del único bosque tropical que queda de ese tamaño y diversidad.

La importancia del bosque tropical amazónico para el clima local y mundial
Bajo condiciones naturales, las plantas extraen el CO2 de la atmósfera y lo absorben en la fotosíntesis, un proceso creador de energía que produce: oxígeno, el cual es liberado de nuevo en el aire y… carbono, el cual permite que la planta crezca. Por lo tanto, sin bosques tropicales el efecto invernadero probablemente sería aún más pronunciado, y es posible que el cambio climático empeore aun más en el futuro.1

Los bosques tropicales y las regiones boscosas (por ejemplo, sabanas) intercambian grandes cantidades de agua y energía con la atmósfera, y se cree que juegan un papel importante en el control de los climas locales y regionales.2 El agua liberada por las plantas sube hacia la atmósfera por medio de la evapotranspiración (evaporación y transpiración de las plantas) y fluye por el aire a diversas partes de América en verdaderos “ríos voladores”. Este fenómeno sumado a la gran cantidad de agua que la cuenca aporta al océano, influye en el clima mundial y la circulación de las corrientes oceánicas.

Fuente: WWF Panda