Ecología

Coronavirus y cambio climático: por qué la pandemia no es realmente tan buena para el medio ambiente

os datos son contundentes: la pandemia del coronavirus generó la mayor caída en la emisión de CO2 de la que se tenga registro en la historia .

«Ninguna guerra, ninguna recesión, ninguna otra pandemia, tuvo un impacto tan dramático en las emisiones de CO2 durante el último siglo como el que ha logrado el covid-19 en pocos meses», escribió recientemente Matt McGrath, corresponsal de medio ambiente de la BBC.
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Hay menos aviones en los cielos y menos autos en las vías. El consumo de energía bajó. La NASA detectó desde el espacio la disminución de gases contaminantes en la atmósfera.

Los sismólogos notaron que el planeta incluso está vibrando menos. En las redes sociales circulan imágenes de aguas que se ven más cristalinas y animales que ahora pasean felices por las ciudades sin humanos a su alrededor.

» Los impactos positivos visibles , ya sea la mejora de la calidad del aire o la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, no son más que temporales , ya que se deben a la trágica desaceleración económica y al sufrimiento humano», dijo Andersen.

¿Qué alivio está recibiendo el planeta y qué se puede esperar a medida que la humanidad trate de volver a la normalidad luego de la pandemia?

Un respiro histórico
Varios análisis indican que estamos viviendo una caída sin precedentes en la emisión de CO2, uno de los principales gases contaminantes que causan el cambio climático.

En los últimos 100 años varias crisis significaron una disminución de las emisiones de CO2 derivadas del uso del petróleo, gas y carbón . Así ocurrió durante la epidemia de gripe española, la Gran Depresión y el fin de la Segunda Guerra Mundial. La caída más fuerte, sin embargo, la causó el coronavirus en pocos meses.

La Agencia de Energía Internacional (EIA, por sus siglas en inglés), estima que en 2020 el mundo usará un 6% menos de energía, lo que a su vez lleva a una caída de las emisiones de CO2.

Eso equivale a que se deje de utilizar toda la demanda energética de India, un país industrializado con casi 1.700 millones de habitantes.

La caída global de la demanda de carbón será de un 8%.

Varios análisis del portal especializado Carbon Brief muestran que este año las emisiones de CO2 disminuirán entre un 4% y 8%, lo que representa entre 2.000 y3.000 millones de toneladas menos de este gas en la atmósfera.

«Esto es un shock histórico para todo el mundo energético», dice Fatih Birol, director de la IEA en un comunicado.

Cielo y tierra
La mayor caída en las cantidades de CO2 proviene de la disminución del transporte terrestre.

A nivel global, hasta marzo de 2020 el promedio de transporte terrestre había disminuido 50% respecto al mismo período de 2019.

El tráfico aéreo también se ha desplomado.

En Europa se han cancelado el 90% de los vuelos respecto a 2019. En Estados Unidos, cerca del 50% de los aviones se han quedado en tierra en comparación al año pasado.

La emisiones provenientes de los aviones, sin embargo, representan solo el 3% del total global, según explica Robbie Andrew, investigador del Centro Internacional para la Investigación Climática y Ambiental (Cicero).

«Si bien las reducciones relativas en el transporte terrestre son menores que las del transporte aéreo, las reducciones absolutas del terrestre son mucho más significativas», dice Andrew.

Desde febrero, los satélites de la NASA han detectado caídas de entre el 20% y el 30% de las emisiones de emisiones de dióxido de nitrógeno en algunas regiones de países golpeados fuertemente por el coronavirus, como Italia, China y Estados Unidos.

El dióxido de nitrógeno es un gas nocivo emitido por motores de vehículos, plantas de energía y complejos industriales.

Fuente: BBC