Consumo energético: ¿Lámparas Bajo consumo, Led o tradicionales?
Alrededor de un 25 % de la energía que se consume en un hogar va destinada a la iluminación. Gracias a los avances que se realizan en el ámbito de la energía, las bombillas LED (diodo emisor de luz) y las bombillas de bajo consumo, cubren con creces las necesidades de cualquier hogar proporcionando ventajas en el ahorro de la energía.
El consumo con la iluminación de una bombita LED, se caracteriza porque dura mucho y consume muy poco. De hecho, se estima que tienen una duración aproximada de 70.000 horas, por lo que pueden llegar a durar hasta 50 años. Su precio es más elevado, ¡pero se compensa con creces!
Bombitas de bajo consumo vs LED
En realidad, la gran diferencia entre las bombillas LED y las de bajo consumo, es que las LED no contienen ningún elemento tóxico y alcanzan el 100% de su rendimiento desde el mismo momento en que las encendemos, por lo que resultan más eficientes a largo plazo. Las bombillas de bajo consumo han de ser recicladas con tratamiento de residuos peligrosos, algo que desconoce gran cantidad de población.
Además, por su funcionamiento conlleva una reducción de emisión de calor muy elevada, debido a que las bombillas LED transforman hasta el 98% de su energía en luz y sólo un 2% en calor.
Bombitas de bajo consumo
Este tipo de bombillas (lámparas fluorescentes compactas), funcionan de forma parecida a los fluorescentes de tubo de toda la vida, pero con la diferencia que, a parte de su bajo consumo, son frías, usan entre un 50% y un 80% menos e energía (y producen la misma cantidad de luz), y duran más (aunque resultan un poco más caras, una vez más esto se ve compensado).
Principal inconveniente de las bombitas de bajo consumo
Contiene un gas con una pequeña porción de mercurio, que va desde los 3 mg a los 6, lo que la convierte en un residuo peligroso por lo que han de ser entregadas en puntos especiales para su reciclaje. Consultando por ejemplo la web de Ambilamp, se pueden encontrar puntos de entrega para su reciclado.
Sin duda la mejor opción a pesar de ser algo más caras, es optar por bombitas LED, ya que son más eficientes y menos contaminantes. Su precio actualmente resulta algo elevado, pero la misma situación pasaron las bombillas de bajo consumo, por lo que se espera que en un tiempo se regulen sus precios.
Lamparitas tradicionales versus bajo consumo:
Una lámpara tradicional de 100 W (que cuesta $2.20) proporciona la misma luz que una lámpara de bajo consumo de 20 W (que cuesta $16)
En un período de un año, y teniéndolas encendidas 5 horas diarias, el consumo de cada una será, proporcionando la misma luz:
• 100W x 5hs /día x 365 días= 182.500 Wh
• 20W x 5hs/día x 365 días= 36.500 Wh
Suponiendo que el kWh cuesta 0,043$ (costo variable), tomando como ejemplo un usuario tipo R2 teniendo en cuenta el cuadro tarifario de Edesur a enero 2008, sin incluir ni cargo fijo ni impuestos:
• 182.500 Wh x 0.043 $/kWh = $7,8
• 36.500 Wh x 0.043 $/kWh = $1,5
Produciendo así un ahorro de 6,278$ por año mediante la lámpara de bajo consumo.
Por otra parte, las lámparas de bajo consumo, duran 8 veces más que las lámparas convencionales (8.000 hs contra las 1000 hs). El gasto de ambas en 8000 horas de vida útil de la lámpara de bajo consumo es:
• 20W X 8000 hs x 0.043 $/kWh = $6,88
• 100W X 8000 hs x x 0.043 $/kWh = $34,4
El ahorro en la factura eléctrica es de $27,52. Como la vida útil de una lámpara incandescente es de 1000 hs. son necesarias 8 lámparas para alcanzar la vida útil de la LFC. El costo de las 8 lámparas incandescentes es de $16.6 ($2.20×8) que comparado con el precio de una LFC ($ 16) da un ahorro de $ 1.6. En conclusión una lámpara de bajo consumo de 20W a lo largo de su vida nos ahorra $ 29.12.
Sin mencionar que se evita la transmisión a la atmósfera de cerca de media tonelada de CO2.
Fuentes consultadas: Ministerio de Energía y Portal de Sostenibilidad