Bioarquitectura

Edificio inteligente, verde y confortable

Autonomía y contaminación cero es el resultado de las opciones actuales en el campo de la bioarquitectura. El edificio BIQ es un ejemplo de un futuro amable con el medio ambiente.

Situado en Hamburgo (Alemania) se encuentra el edificio BIQ, siglas de Bio Intelligent Quotient, terminada en el año 2013 se trata de una de las primeras edificaciones construidas que funciona mediante el uso de energía extraída a partir de algas. Una edificación de 4 plantas con un total de 15 viviendas, creada por un grupo de arquitectos austriacos que tiene como objetivo plantear una nueva alternativa válida de energía renovable.
Para el proyecto, algas vivas del Rio Elba fueron cultivadas en un laboratorio para ser convertidas en micro algas del tamaño de una bacteria posteriormente ubicadas dentro de los paneles que revisten la fachada de la edificación. Al encontrarse sumergidas en agua, tanto sus procesos de fotosíntesis como reproductivos crean el calor y la energía suficiente para sustentar gran parte del gasto energético del edificio, además estos paneles proveer procuran un aislamiento térmico y acústico perfecto.

El edificio actualmente reduce las necesidades de energía total en un 50%, y según los arquitectos es factible el 100%. Combinado con paneles solares para alimentar las bombas e intercambiadores de calor, el edificio podría ser totalmente autosuficiente.
arquitectura_biq05Los paneles son 0,78 pulgadas de espesor y cubren cerca de 200 metros cuadrados en total. Cuando la luz del sol les golpea, el proceso de fotosíntesis hace que los microorganismos se multipliquen y desprendan calor (el agua llega incluso hasta los 40ºC). El calor es capturado para calentar agua o almacenar en tanques salinos subterráneos, mientras que la biomasa de algas es cosechada y secada, con posibilidad de ser convertida en biogás, o utilizada en productos farmacéuticos y alimentos secundarios.
Un prototipo de edificio BIQ fue diseñado y creado por creado por Splitterwerk Architects y Arup, y es monitorizado por la empresa Colt Group, la cual espera poder llegar a comercializar el sistema. El único problema de este tipo de arquitectura es el coste, se han estimado unos gastos totales de aproximadamente 2,500 € por metro cuadrado, un coste mucho más elevado que un edificio de apartamentos tradicional. El uso de las algas reduciría significativamente los costes de energía , incluso llevándolos a cero, pero sería necesario verlo como un beneficio a largo plazo.