Una “bici-auto” sustentable
La movilidad sustentable está cada vez más presente en la sociedad: se busca reducir las emisiones de CO2 con la utilización de la bicicleta, el car-pooling en el cual se propone que más de una persona use el auto, entre otras medidas.
En este caso, una solución atractiva viene de la mano de una creación sueca, PodRide, una especie de mezcla entre una bicicleta y un auto.
La bicicleta se emplaza sobre cuatro ruedas envueltas por una cubierta impermeable con el dibujo de una silueta tradicional urbana. Su altura es parecida a las medidas de un auto pequeño. Dispone de baúl, parabrisas térmico, suspensión neumática, asiento con respaldo y una barra de remolque para transportar equipaje adicional.
Como servicio de apoyo, cuenta con un motor eléctrico de bicicleta de 250 vatios, asociado al sistema de tracción, según las ganas de descanso o actividad del conductor. El motor permite alcanzar hasta 25 kilómetros por hora y, con la batería cargada al cien por ciento, puede recorrer una distancia de 60 kilómetros.
Su estructura cubierta completa los beneficios de la bicicleta clásica: supera las condiciones climáticas. El frío, la lluvia, el viento, la nieve suelen ser contraindicaciones que limitan su uso. Esta innovación, diseño original del ingeniero Mikael Kjellman, está preparada para soportar cualquier tipo de clima y terreno.
Entre otras ventajas, esta “bici-auto” no contamina, es amigable con el medio ambiente, así como también práctica y simple. Se la puede estacionar en cualquier ámbito urbano y movilizarse por caminos especiales.
Además, su estructura no solo proporciona buna visibilidad, sino que es plegable, flexible y desmontable: los extremos pueden desarticularse y las ventanas son operativas.
Por el momento existe solo una unidad del PodRide. Su diseñador busca financiación colectiva para comercializarlo a gran escala. Esta tecnología podría costar entre 2.000 y 3.000 euros. Una nueva alternativa de movilidad sostenible en la ciudad acompaña la transición hacia vehículos más amables con la ecología.
Fuente: Diario Ecología