Portugal tendrá el parque eólico flotante más grande del mundo
El desarrollo de la energía eólica marina está al rojo vivo con el proyecto Windfloat, un parque eólico offshore donde turbinas eólicas sobre plataformas flotantes ancladas al fondo del mar producirán suficiente electricidad para 60.000 personas.
El parque eólico flotante más grande del mundo se construirá en Portugal, en el mar, a 20 kilómetros de la costa de Viana do Castelo, en 2019. La empresa responsable será Windplus, filial de EDP Renovables, Repsol y Príncipe Power, con financiación del Banco Europeo de inversiones de alrededor de 60 millones de euros.
El Presidente de EDP anunció que la segunda fase del proyecto que está entrando en su fase pre-comercial denominada Windfloat Atlantic durará tres años y la inversión total será de 125 millones euros.
El proyecto del parque eólico flotante que será el más grande del mundo es un proyecto innovador a nivel mundial. Las estimaciones de coste son de 65 euros por MWh para esta planta.
Manso Neto, Presidente de la empresa responsable de la construcción, dijo que tendrán que bajar los costes, para que otros países también inviertan en la eólica flotante. Según el empresario, este proyecto es un trampolín para el futuro.
El potencial de este proyecto es enorme y fue aprobado por la Ministra Ana Paula Vitorino. Según ella, la industria portuguesa en el área de las energías renovables oceánicas tiene un mercado potencial de millones de euros hasta 2030 en términos de exportaciones de energía eólica flotante. La instalación de este parque eólico será el Showroom tecnológico de la capacidad tecnológica de Portugal.
La estimación es que el parque eólico flotante se ponga en funcionamiento a finales de 2019. Las primeras expectativas fueron que el funcionamiento de esta planta comenzara en el verano de 2019.
El parque eólico de Portugal tendrá la capacidad de producir suficiente electricidad para unas 60.000 personas, con una capacidad de 25 MW transmitida por tres turbinas eólicas con una capacidad de 8,4 MW cada una, colocadas en plataformas flotantes, ancladas en el fondo del mar para una profundidad de 100 metros. En la primera fase, el proyecto tuvo una inversión de 23 millones euros para sólo una turbina 2 MW.
Fuente: Eco Inventos