El orígen de la frase «Somos lo que comemos»
Muchas veces se lee la frase «Somos lo que comemos» en muchos libros y textos. En no pocas ocasiones es adjudicada de forma errónea a autores que no tienen demasiado que ver con la propia frase y tampoco con la nutrición. Esto hace que queramos profundizar más en el tema y dar alguna explicación más al sentido y a la utilización de esta frase. Seguro que así ya podrás utilizarla con más motivo o saber simplemente la razón por la que se dice.
¿Quién la dijo?
Esta frase famosa la dijo Ludwig Feuerbach, filósofo y antropólogo alemán. En su escrito «Enseñanza de la alimentación» (Lehre der Nahrungsmittel: Für das Volk) de 1850, escribió:
«Wollt ihr das Volk bessern, so gebt ihm statt Deklamationen gegen die Sünde bessere Speisen. Der Mensch ist, was er isst».
«Si se quiere mejorar al pueblo, en vez de discursos contra los pecados denle mejores alimentos. El hombre es lo que come».
Esta frase, tal y como la decimos es de Feuerbach. Muchos piensan que la frase viene de Hipócrates o de Shakespeare, pero ellos no hablan de ella en ninguna de sus obras.
Si que podemos decir que Hipócrates dijo la famosa frase de «Sea el alimento tu medicina, y la medicina tu alimento», indicando la importancia de la alimentación para mantenernos salúdales. Pero la frase «somos lo que comemos» es, sin duda, de Feuerbach. Esta frase, realmente, confirma a Feuerback como un genio que se adelantó a su tiempo.
Ludwig Feuerback, era un humanista y ateo convencido, escribiendo esta frase cara a criticar la visión clásica de una iglesia que decía quel ser humano necesita solo pan y agua, puesto que solo hay que alimentar al alma, la cual no precisa de alimentos físico.
Si se pone esta frase en contexto, en épocas de grandes cambios en lo social, Feuerbach, no hacía otra cosa más que defender el derecho que tenían las clases sociales más desfavorecidas a contar con una buena alimentación, todo ello en contra de la manipulación de las clases religiosas dominantes de la época.
Es triste, ciertamente, que no se sepa la historia cuando hablamos de esta frase, quizá porque Feuerbach, no tiene para alguno buena imagen, puesto que su materialismo crítico llegaría a tener más tarde un efecto profundo en las teorías de Engels y Marx. Puede ser también que fuera causa de que sus escritos estuvieran escritos en Alemán, estando ajenos a la tan importante cultura anglosajona, lo que lo discriminara de la historia.