En Rusia buscan combatir la contaminación del aire a partir de ventiladores gigantes
Una nube de gas tóxico envuelve desde noviembre a la ciudad rusa de Sibay, al borde de Siberia, obligando a niños y adultos a usar mascarillas médicas para salir a la calle. El problema persiste y las afecciones respiratorias empiezan a aquejar a varios residentes, por lo que las autoridades locales han decidido instalar dos ventiladores gigantes para dispersar el aire.
La nube de dióxido de azufre proviene de una antigua mina de cobre abandonada a las afueras de la ciudad. La cantera —de 2000 metros de diámetro por 500 de profundidad— tuvo una gran importancia económica para la zona en la segunda mitad del siglo XX, pero ahora la combustión de sus minerales ha cubierto la ciudad de gases tóxicos que, para colmo, tienen un nauseabundo olor a azufre.
Es así como decidieron tomar medidas para acabar con el smog. Esta semana han instalado dos ventiladores gigantes al borde de la mina con los que pretenden dispersar las partículas tóxicas. “Si el tiempo está tranquilo, los ventiladores crearán un flujo de aire para dispersar el gas, lo que reducirá la concentración de sustancias nocivas en el aire”, explicaron las autoridades.
Fuente: Noticias Ambientales