Un tercio de los consumidores prefieren comprar marcas sustentables
A nivel internacional hay una tendencia creciente de consumidores que prefieren productos y servicios ambientalmente responsables por sobre los que no lo son. Sin embargo, en Argentina, la sustentabilidad aún no es prioridad en las empresas ni en quienes compran sus productos.
El cambio climático sigue siendo en la actualidad un tema central a nivel mundial, y las severas consecuencias que se perciben demuestran que aún no alcanzan las acciones que se están realizando para enfrentarlo.
En relación al ámbito empresarial, hay muchas empresas que han tomado un rol de liderazgo en cuanto a sus políticas de cambio climático, convirtiéndose en ejemplos a seguir. Lo que las moviliza a desarrollar un plan de acción en relación a esto es, en muchos casos, el hecho de contar con una política de estimación y reducción de las emisiones le implica un diferencial competitivo ante clientes y consumidores.
Según un estudio un tercio de los consumidores prefieren marcas sustentables, lo que demuestra que la sustentabilidad se convierte en un eje troncal no solo para la sostenibilidad de la compañía sino también por la propia demanda de los consumidores.
“Puertas adentro, la sustentabilidad hace que las empresas logren mejorar la relación de pertenencia de sus empleados, que al igual que los consumidores, prefieren trabajar en un lugar con valores ambientales claros. En Argentina las empresas que trabajan en el cambio climático como eje, son pocas” comenta Sofía Garro, fundadora de Almerix, una consultora especializada en cambio climático.
A nivel internacional, muchos mercados están aplicando medidas restrictivas a productos que importan requiriendo que los mismos estimen y reporten las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de su cadena de valor. Teniendo en cuenta esta tendencia creciente, el plan de acción climática aparece como una oportunidad de entrar en nuevos mercados o como herramienta fundamental para mantener otros.
Si bien nuestro país no se encuentra entre los principales emisores de gases de efecto invernadero mundiales (en Latinoamérica ocupa el cuarto puesto, y a nivel mundial el 26) puede verse una tendencia creciente de consumo responsable que busca frutas y hortalizas orgánicas, envases biodegradables, productos locales y presta atención al comportamiento ambiental de productos y servicios.
“En nuestro país, el sector energético es el que más contribuye a las emisiones nacionales de Gases de Efecto Invernadero, seguido por el sector agricultura, ganadería, silvicultura y otros usos de la tierra. Según los datos del Banco Mundial, Argentina se posiciona como el cuarto mayor emisor de GEI de Latinoamérica y, a nivel mundial, ocupa el puesto 26. Los países con mayor contribución a las emisiones globales son China, Estados Unidos, Rusia y Brasil” comentan desde Almerix.
Cuando una empresa decide iniciar su plan de acción climática, el primer paso es medir la situación actual, sacar una foto de la empresa tal como se desempeña en este primer momento: calcular su huella de carbono. Luego, se trabaja en un plan de reducción de emisiones (reducción de la huella de carbono). Este plan se enfoca en las acciones para reducir el consumo de aquellas principales fuentes de emisión. La empresa podrá analizar la evolución de los consumos comparando los mismos para diferentes períodos interanuales, permitiéndole identificar puntos críticos para reducir consumos, y costos.