Una central eléctrica en África podría alimentar a Europa
Marruecos tiene una de las plantas solares más grandes del mundo, ubicada en Uarzazate, que puede servir para obtener una nueva fuente de ingresos que impulse el desarrollo del este continente africano. Para 2030, Marruecos aspira a que más de la mitad del consumo energético del país provenga de las energías limpias.
Para alcanzar estos objetivos, Marruecos puso en marcha una planta termosolar en Uarzazate, llamada Noor I. Con unos 160 megavatios de potencia, el primer tramo de la planta permite que decenas de miles de hogares se suministren con energía obtenida del sol. Una vez que cae el sol, las instalaciones siguen produciendo durante tres horas, con el almacenamiento de energía en reservas con sales fundidas a base de nitratos de sodio y potasio.
La planta seguirá creciendo una vez que concluyan Noor II y Noor III, dos fases que se encuentran en curso, con una inversión de 1.800 millones de euros que, como la infraestructura que está ya en operación, estarán dotadas de espejos cilíndricos para la captación de energía. Las autoridades marroquíes estiman que la construcción finalizará antes de 2020 y que la planta aportará hasta 2.000 megavatios.
Pero no es el primer proyecto que realiza Marruecos para cumplir con su objetivo. También construyeron una central de energía solar de Midelt, con una producción prevista de 800 megavatios.
Fuente: Eco Inventos